LOS PATOS - 2
PORRETARIADO - 1

El ataque a la Liga. Por Raúl Granado.

Quizás el título de esta crónica sea pretencioso pero es que desde hace varias jornadas Los Patos han conseguido un plus más para ganar puntos, la suerte. Sí la suerte ese fenómeno del que sólo gozan los equipos en racha ese fenómeno que igual que llega se va sin saber cuando ni por qué.
Una victoria más y no lo parecía porque quedaban 30 segundos y el marcador marcaba 1-1. El partido empezaba con Los Patos concienciados de que había que ganar para sumar tres puntos cruciales para mantener alguna oportunidad de ascender en la clasificación. El Porretariado es un equipo físicamente fuerte y que intenta tocar el balón rápido y en los primeros minutos del encuentro intentaron imponer su juego, dejando que Los Patos tocaran la pelota hasta el centro del campo. Así fueron pasando los minutos pero el juego se iba modificando Los Patos intentaban adelantar las líneas para hacer un juego más ofensivo pero el Porretariado mantenía un juego muy asfixiante para neutralizar las subidas de los jugadores de Los Patos. La primera parte pasó sin apenas oportunidades para ambos equipos, es cierto que hubo varios tiros desde fuera del área y algunas ocasiones perdidas como una de Chaca con un balón a pase de Raúl que el jugador de Los Patos no materializó. Pero en líneas generales ambos equipos consiguieron juntar sus líneas para acabar con todas las ocasiones de peligro. Pero en los minutos finales de la primera parte Los Patos no lo estaban pasando muy bien y se venía venir una situación de peligro importante. Pero llegó el descanso y sirvió de revulsivo para ambos equipos.
Durante la primera parte el árbitro ya demostró sus cualidades como árbitro, ninguna. Pero de él hablaré más adelante. La segunda parte comenzó con una cosa clara el partido iba a cambiar el juego por la agresividad y no faltaba mucho. Los dos equipos tenían una cosa clara, el balón no podía llegar a los delanteros. Los medios utilizados para evitar esto fueron variados, patadas, empujones, piscinazas y una larga lista de jugadas que poco tienen que ver con el buen fútbol pero sí con la picaresca necesaria para ganar partidos atascados. El problema es cuando se traspasa la línea entre la picaresca y la batalla campal, con la adrenalina por las nubes es fácil que esto ocurriera más tarde o más temprano, la culpa, por su puesto del árbitro, peor imposible. Pasaban los minutos y seguía sin subir al marcador ningún gol. En el minuto 16 de la segunda se produce la falta número mil que en este caso era a favor de Los Patos. La falta se produjo unos metros por delante del área grande. En el momento en que el árbitro se llevó el silbato a la boca y se confirmaba la falta el lanzador estaba clarísimo. Chaca admitió la responsabilidad, a sabiendas de que errar en el disparo significaba perder una oportunidad de oro para ponerse por delante en el marcador cuando quedaban 9 minutos para terminar. Cogió carrerilla y sí lo volvió a hacer, un tiro imparable con su pierna derecha fusiló al portero que no pudo hacer nada por detener el tiro. Así se abrió el marcador y empezó el tramo más duro del partido. El árbitro decidió irse de vacaciones y por tanto las faltas quedaban impunes en cualquier caso y digo en cualquier caso porque en la primera parte ya se encargó de pitar todo lo que veía en contra de Los Patos por tanto en la segunda quería equiparar el número de faltas y tarjetas pero consiguió todo lo contrario. Pasaban los minutos y Los Patos estaban con el agua al cuello intentando marcar para aumentar la diferencia pero dejando demasiados espacios atrás que significaban peligro inminente en cada contragolpe.
El árbitro siguió haciendo de las suyas y decidió sacar una tarjeta azul (expulsión 5 minutos) a Alberto, central de Los Patos que a juicio del árbitro realizó una jugada agresiva. En uno de éstas el Porretariado hiló una jugada de tres pases para dejar a su delantero dentro del área con el balón controlado. El delantero consiguió avanzar 4 metros con el balón en los píes y sacó un tiro cruzado al segundo palo que significaba el empate en el marcador. El tiro entró pegado al palo a escasos diez centímetros y la estirada de Terci no fue suficiente para detener el tiro. Tan sólo dos minutos después expulsó también a un jugador del Porretariado por una entrada inclasificable. Desde el banquillo del Porretariado empezaron a calentar el partido y desde el de Los Patos tampoco Casty se mantuvo callado. El árbitro seguía de vacaciones. Quedaban 9 minutos y un partido que decidir porque después de tantos minutos el partido estaba como empezó, empatado. Fueron 9 minutos muy intensos de patadas constantes, de faltas pitadas en la frontal del área desaprovechadas por ambos equipos. Pero quedaban apenas 5 minutos para finalizar cuando Raúl A. entró en sustitución de Dani. El juego seguía siendo de ida y vuelta y Raúl ya avisó de lo que sucedería más tarde. En un balón colgado realizó una chilena a media altura que salió escupiendo el larguero. El Porretariado gozó también de una falta en la frontal del área perfectamente ejecutada pero que se perdió por encima de la escuadra derecha de la portería de Los Patos. Cuando quedaban 30 segundos para finalizar el partido, Chaca saca un fuera de banda, Raúl A. peina la bola hacía atrás y el tiempo se detiene. Todos los jugadores parecían estar anestesiados viendo como el balón volaba sin velocidad, como un globo. Lo cierto es que el portero hizo una salida en falso y el balón le pasó levemente por encima de sus manos convirtiéndose en el gol de la victoria, de una remontada muy esperada y con suerte y rabia conseguida. Antes de que el balón entrara Raúl estaba tirado en el suelo reclamando penalti, esto es una muestra más de la inutilidad del árbitro que seguía impávido el desarrollo del partido y que al final tuvo que guardar sus tarjetas y sus malas palabras en el bolsillo y anotar un 2 bien grande en el acta. Le costó, pero pitó el gol, el silbato que estaba resbaladizo debe ser. El Porretariado tendría todavía un último intento cuando a falta de 5 segundos para la finalización se le concedió un corner que estuvo bien defendido y no causó muchos problemas. Conclusión, partido ganado y tres puntos a sumar.
El Porretariado no fue limpio, Los Patos tampoco, pero en ningún momento recurrió a las amenazas aunque sí a las faltas. Lo sentimos, la suerte es nuestra aliada. De cara a próximos partidos quizás cambie el estado de gracia pero de momento hay que saborearlo. El problema principal de hoy en Los Patos ha sido la ausencia de un jugador en el centro del campo que repartiera el juego y de la fluidez de las bandas que no ha sido utilizada tanto como se debería. Lo importante de esta jornada es el resultado y sobre todo que el olfato goleador de este equipo sigue vivo. ¿Del árbitro? No yo del colegiado no hablo. Payaso.